CCarolyn Bridal, originaria de Vancouver y desde hace muchos años residente de Puerto Escondido.
Carolyn Bridal, originaria de Vancouver y desde hace muchos años residente de Puerto Escondido.


Del subártico al subtrópico: Canadienses en Puerto Escondido


Dove Sussman, guionista de Toronto, ha empezado varios negocios
y una familia desde que se trasladó a Puerto Escondido.
Dove Sussman, guionista de Toronto, ha empezado varios negocios y una familia desde que se trasladó a Puerto Escondido.

Jamás, hasta que llegué a Puerto Escondido, ni en mis viajes por cuatro continentes, tuve que decir, “Soy norteamericana, no canadiense”.

Ya había conocido canadienses en EU, pero parecían estadounidenses. Como casi todos los gringos, nunca pensaba en nuestros vecinos del norte. Sin embargo, este 20 de octubre me dieron ganas de recorrer las calles de Puerto para celebrar el triunfo del Partido Liberal de Trudeau y gritar, “Todos somos canadienses”. Parece que no es algo que un canadiense haría, porque aunque conozco a varios canadienses que viven aquí y que apoyan a Trudeau, no tronaron cohetes.

¿Qué es lo que distingue a los canadienses de los estadounidenses? La diferencia obvia son las armas de fuego. Los norteamericanos las tenemos y los canadienses no. Los canadienses también tienen la reputación de ser “amables”. La cortesía parece ser una virtud cívica en ellos. Nunca he escuchado a un mexicano en Puerto hablar mal de los canadienses, aunque algunos meseros te dirán que los gringos dejan mejores propinas.

Los canadienses en Puerto no se quejan como lo hacen los norteamericanos. Todo lo contrario, regularmente expresan gratitud a la hospitalidad mexicana. Al ser refugiados de sus inviernos subárticos, se consideran afortunados en poder pasar sus vacaciones en el subtrópico. La temperatura media en enero en Calgary varía desde una máxima de -3°c hasta una mínima de -10°c y usualmente habrá 6 cm de nieve y pocas horas de luz durante el día.

Dan Clemens.<br />Foto: Ernesto J. Torres, Casa 12
Dan Clemens.
Foto: Ernesto J. Torres, Casa 12

Nadie sabe como comenzó la migración, pero se acredita ser al canadiense Dan Clemens, de Casa Dan y Dan’s Café arriba de Zicatela, el centro del núcleo que creó la atracción gravitacional. (Cerca de 250 de sus paisanos se apiñaban en su café a las cinco de la mañana para ver las Olimpiadas de 2014). El llegó a Puerto de Vancouver en 1989 a visitar a su hermana y su cuñado. Abrió el hotel en 1996 y desde entonces muchos de sus huéspedes en el invierno han sido canadienses que vuelven cada año para hospedarse un mes o más.

Sunwing y Westjet ofrecen vuelos chárter directos a Huatulco saliendo desde ocho ciudades canadienses incluyendo tanto a Winnipeg y Saskatoon como a Vancouver, Toronto y Montreal, y Air Canada parte de Toronto. Cuando el primer canadiense llegó en 1970, viajaba en autobús desde Acapulco. La carretera 200 ya estaba pavimentada pero todavía no existía el puente sobre el río Verde. Su destino era Sudamérica, pero tal como lo hacen muchos viajeros desde entonces, decidió que no había porque seguir. Otros hacían el viaje de 13 horas por la entonces carretera de terracería 131 desde Oaxaca.

Michael Malone
Michael Malone

Michael Malone de Hidden Voyages Ecotours también se dirigía a Sudamérica cuando su autobús hizo una escala en Puerto Escondido en 1972. Diez años después, cuando vivía en Nueva Escocia, su esposa se quejó de los terribles inviernos de allá y el comentó, “Conozco un pequeño pueblo de playa en México.” Ya han pasado los últimos 35 inviernos aquí.

Julie Leggatt, nativa de Ontario, llegó a Puerto en 1998 por recomendación de un agente de viajes de Oaxaca. Se hospedó en el Arcoiris dos semanas, regresó en el 2000, y compró un condominio. Vive aquí desde entonces. Escogió a Puerto desechando el Mediterráneo y otras partes de México, porque es “bello, limpio, sin turistas, económico y divertido.” Ella piensa que sería mucho mejor que “Canadá comprara un país templado en algún lugar para que los que necesitan calentar sus huesos no tengan que expatriarse. Pero Puerto es el lugar perfecto hasta que esto suceda.”

Los norteños migratorios empiezan a llegar en noviembre; con el número máximo en febrero. Muchos son jubilados que han estado viniendo a Puerto desde hace años hospedándose en el mismo hotel. Los que rentan prefieren Manzanillo Ridge, Carrizalillo, Rinconada y Bacocho, así como Eglantina y otros condominios, según lo que nos comenta Marina Rotter de Blue Horizon Real Estate. Apunta que algunos prefieren apartamentos con albercas y áreas de recreación compartidas por la convivencia que se genera, mientras que hay otros que rentan casas por su privacidad. La renta promedio al mes se encuentra entre los $1,000 y los $5,000 EU.

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